miércoles, 19 de diciembre de 2012

Se plancha la oreja al coger el teléfono.

Un hombre polaco ltratando de impresionar a su esposa haciendo el trabajo de la casa, se plancha la cara cuando sonó el teléfono. Tomas Paczkowski, de 32 años, estaba decidido a mostrar a su esposa Lila que él era tan bueno como ella. "Decidí a planchar mientras ella estaba en el trabajo". "Las mujeres siempre están atendiendo muchas tareas", así que pensó que él también podría hacer lo mismo, así que abrió una cerveza y puso el boxeo en la tele. El mismo cuenta que estaba tan absorto en el boxeo que no estaba pensando realmente en lo que estaba haciendo. Así que cuando sonó el teléfono cogió la plancha por equivocación y lo presionó contra su oído. El dolor era incríble. El señor todavía le echó leña al fuego cuando corrió a ponerse agua fría sobre la quemadura. “Eso me dejó un ojo negro por lo que ahora parece más bien que he estado en un combate de boxeo en lugar de haberlo visto solamente”, según recoge Orange news. Aunque los médicos dijeron que se recuperará completamente, Tomas dice que se ha retirado de las labores domésticas para siempre.
 
 
 
 
 

Pokertox: Botox para tener cara de poker

Un doctor de Nueva York, llamado Jack Berdy, ofrece a los jugadores de póker inyecciones de botox para que sus contrincantes no puedan leer las expresiones de su cara. "Muy pocas personas pueden mantener realmente una cara de póker cuando juegan. Muchos, con su expresión, delatan si tienen una mano buena o no", dijo el médico al New York Post. Berdy se dedica a la medicina estética y llamó a su nueva idea Pokertox. La American Society of Aesthetic Plastic Surgery confirma que las toxinas neuromusculares como el botox paralizan los músculos faciales (por eso salen menos arrugas), pero que la idea de aplicar sus "ventajas" en el póquer es un error, porque las emociones seguirán saliendo a la luz, aunque sea a través de una mueca. Algunos arrugan su frente o levantan las cejas. El tratamiento, según publica el Daily Mail, cuesta unos 800 dólares y dura entre tres o cuatro meses.
 
 
 
 

Se quitan el dedo meñique para usar tacones más comodamente

Cada vez son más las mujeres que acuden a especialistas con el objetivo de intervenir sus pies. Según medios estadounidenses, no lo hacen para mejorar su aspecto, sino para lograr que sus zapatos de tacones les calcen bien y puedan utilizarlos con comodidad. Especialistas del área afirman que esta cirugía plástica es totalmente innecesaria y que cuesta miles de dólares. “Los dedos del pie desde el punto de vista funcional, excepto el primer dedo, no tienen una función individual… Quitar el quinto dedo, es una intervención que no tiene cabida”, explicó Ricardo Galán, miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica que se pronunció respecto a este tema, según publica RCN Radio. Este tipo de cirugías que hoy se practican en el país del norte, según rotativos "pueden llegar a costar miles de dólares y en ellas se acortan dedos, se aplican inyecciones de colágeno e incluso hay quienes solicitan la completa remoción de sus dedos meñiques".
 
 
 

Tenía 100 gatos muertos en la nevera

Una mujer guardaba 100 gatos muertos en su nevera, según ella, lo hacía hasta conseguir el dinero para poder pagar una ceremonia masiva. El caso se conoció luego de que el canal A&E lo emitiera en Hoarders, programa dedicado a personas que padecen el Síndrome de Diógenes, que es un trastorno del comportamiento en personas de avanzada edad que viven solas. Una de las principales características del Síndrome de Diógenes es que quien lo padece, se despreocupa totalmente por su apariencia personal y muestra un total aislamiento dejando de lado su vida social. “Cuando murió el primero lo puse en el congelador hasta poder cremarlo”, explicó la mujer el equipo periodístico que realizó la nota. Terry, la señora de los gatos, confesó entre lágrimas que le pide perdón a cada animal cunado muere, porque según ella ama a sus gatos. “Probablemente tenga congelados entre 75 y 100 gatos, si no son más”, "Sé que tendría que deshacerme de ellos, pero amo tanto a mis gatos que no quiero que se vayan". La psicóloga del programa Hoarders aseguró que ese comportamiento es normal debido al trastorno que padece. "No tiene la habilidad para formar lazos sanos con los animales, o para dejarlos ir cuando mueren" puntualizó la profesional.